martes, 9 de marzo de 2010

Familia Echave: Baltasar de Echave Orio y Baltasar de Echave


En la Nueva España, donde los programas artísticos eran ambiciosos, y debido esto había una gran demanda de artistas.
Muchos españoles aprovecharon esta circunstancia para viajar a Nueva España y tener una oportunidad en este nuevo y creciente ambiente artístico.

Un ejemplo es la familia Echave, quienes tuvieron un papel decisivo en la pintura hispanoamericana del siglo XVII. La familia Echave consta de Baltasar Echave de Orio, Baltasar de Echave Ibía, Manuel de Echave Ibía y Baltasar de Echave Riojas. En este trabajo nos enfocaremos en los dos primeros, quienes se les llaman “El Viejo” y “el Joven” para distinguirlos.

  • Baltasar de Echave Orio
Baltasar de Echave Orio es un artista vasco nacido en 1548, y llega a México en 1573. Después de su llegada se casó con la hija del pintor Francisco de Gamboa e Ibía, quien se encontraba establecido en México, y quién se convirtió en el mentor de Echave Orio, en el cuál se puede ver reflejado parte del estilo de su maestro.

La obra de este pintor pertenece principalmente al siglo XVII, debido a esto muestra la estética del último Renacimiento. En su obra uno puede ver la gran influencia del manierismo florentino y como muestra una preferencia por las formas de la nueva estética.

Introdujo nuevos elementos y variadas cualidades en la ciencia de la composición, que incluía buen dibujo, notable colorido, perspectiva exacta y ostentosa riqueza y elegancia en los paños.


Estas son algunas de sus obras:


Baltasar de Echave Orio
El Martirio de San Aproniano, 1612.
Pintura al Oleo, Rectangular Vertical
En la composición de esta obra uno puede ver movimiento, cuenta con un gran rango de colores y un valor tonal se podría decir algo oscuro, y líneas marcadas que añaden realismo en la arquitectura del fondo de la pintura.












Baltasar de Echave Orio
La Porciúncula, 1609
Retablo de Tlatelolco
Pintura al Oleo, Rectangular Vertical
Con un rango de colores algo simple, colores que impactan al espectador y sombras muy marcadas, mostrando un realismo manierista en la figura humana.











Baltasar de Echave Orio
La Adoración de los Reyes al Divino infante
Retablo de la iglesia de los jesuitas de México
Pintura al Oleo, Rectangular Vertical
Figuras suaves y colores realistas, dónde hay un valor tonal oscuro en ciertas partes, tal vez para recalcar la blancura de la piel de la virgen y el niño.










  • Baltasar de Echave Ibía
Baltasar de Echave Ibía, “El Joven”, nace en la Nueva España a finales del siglo XVI. 

Realiza su formación artística en el taller paterno, por lo que se nota la influencia de su padre, y por lo que algunos piensan en su obra pictórica como una continuidad a la obra de Echave Orio, más Echave Ibía le da sus rasgos propios y personales.

En la obra de Baltasar de Echave Ibía se puede ver como aun manteniendo parte de las tendencias españolas, logra algo específicamente mexicano, aún así, su estilo sigue siendo manierista. El tenía un gusto por el uso del color azul en sus pinturas, y por eso también es conocido como “el pintor de los Azules”.


Algunas de sus obras:


Baltasar de Echave Ibía
Virgen del Apocalipsis. 1630.
Oleo sobre tela.
Colores suaves y un valor tonal luminoso, este se usa para atraer la atención a la composición centrada dónde se encuentra está virgen, quien muestra líneas suaves en su silueta un delicado realismo.












Baltasar de Echave Ibía  (1583-1650) Noli me tangere , ca. 1625
Colección Andrés Blaisten Oleo / lámina de cobre 44.5 x 59 cm 
Un aspecto interesante de su obra es su labor como paisajista, en el que se resalta su extraordinario uso y sensibilidad de los azules, como se puede observar en esta obra. Estos paisajes que fueron realizados en cobre, son a causa de la moda flamenca y la gran aceptación que tuvieron estas obras en España. Con un rango de colores fríos y un valor tonal oscuro, está figura con un balance creado por la cantidad de elementos y colores de cada lado, uno brillante y otro oscuro.




Baltasar de Echave Ibía  (1583-1650) La Samaritana , ca. 1625
Colección Andrés Blaisten Oleo / lámina de cobre 44.5 x 59 cm
Líneas suaves y un realismo en las expresiones. Usa un rango de colores fríos complementado por los azules del fondo y con un valor tonal oscuro. Una composición compleja por la gran cantidad de elementos, pero balanceada por la atracción de la vista a la figura de la samaritana, gracias a que está casi centrada, y el fondo claro y su tez blanca.


  • Legado
La obra de los Echave fue importante en el ámbito de la pintura mexicana de su tiempo. Crearon grandes obras para la Iglesia, entre estas el retablo de Santiago de Tlateloco de 1609. 

En su pintura, se encuentra una conexión entre la tradición manierista y la nueva estética barroca.

Continuando con la tradición Echave, sigue Baltasar de Echave Rioja, hijo de Echave de Ibía que incursa en el arte mexicano.

Conclusión Martha:

El arte tequitqui me gusta más que nada toda la iconografía se podría decir escondida, que hay en todas su obras. Como los indígenas logran mantener parte de su cultura y su arte y adaptándolo a lo que les pedían que construyeran.
Me parece muy interesante ver sus representaciones de las ideas cristianas y como se reflejaban en ellos, se podría decir que para aceptar mejor esta nueva cultura que llego a conquistarlos, pero también para de alguna manera, rebelarse a esta.


Conclusión Emma:

Aunque no me considero admiradora del arte conventual, el arte tequitqui demuestra ser original y único en su género. Es interesante observar cómo se fusionan dos culturas tan diferentes y de esta fusión surge una propuesta finalmente cristianizada, pero con rasgos estéticos propios de los indígenas, como es la belleza animal, lo cual se ve en las alas de águila de los ángeles.
Me agradó mucho esta actividad porque no conocía este tipo de expresión como un arte consolidado y me agrada que se le diferencie del arte conventual “importado”. Es propiamente mexicano porque los detalles, la disciplina y los rasgos estéticos son característicos de los indígenas de entonces.



Conclusión

En conclusión, la obra de los Echave fue importante en el ámbito de la pintura mexicana de su tiempo. Crearon grandes obras para la Iglesia, entre éstas el retablo de Santiago de Tlateloco de 1609, así como muchas otras aportaciones que hoy en día se consideran relevantes.
En la pintura de los Echave, se encuentra una conexión entre la tradición manierista y la nueva estética barroca. Esto se ve aún más tarde, con Baltasar de Echave Riojas, hijo de Echave Ibía.






Bibliografía

  • Victoria, José. Un pintor en su tiempo: Baltasar de Echave Orio . México: UNAM, 1994.
  • Toussaint, Manuel. Arte colonial en México, México: UNAM, 1949.
  • Rojas, Pedro. Historia general del Arte Mexicano: Época colonial. Italia: Hermes, 1963.
  • Madariaga, Luis de. "Baltasar de Echave Orio". Enciclopedia Auñamendi. 2 de marzo de 2010 .
  • Godoy, Iliana. "Baltazar de Echave Orio en la pintura novohispana". 2 de marzo de 2010 .
  • Danes, Gibson. "Baltasar de Echave Ibia". UNAM. 2 de marzo de 2010 .

Arte Tequitqui



El arte tequitqui es el arte que nació al momento de enseñarse la religión cristiana a los indígenas, al usarlos como mano de obra para la creación de obras cristianas o conventos. A estos indígenas se les permitía usar algunos de sus cánones y la influencia de su cultura para la creación de este.








Pintura del claustro de Oxtoticpac, 
Estado de México
 
En el arte tequitqui se mantenían símbolos indígenas e íconos, que se mezclaban en el nuevo arte español. Un ejemplo marcado de esto son los ángeles, que muestran facciones más indigenizadas y asimismo los ángeles con alas de águila.

En el arte tequitqui se puede observar la mezcla del arte indígena con el arte español y cristiano, así como la mezcla de las dos culturas.



 

La nueva mano de obra indígena permitía la construcción de nuevos conventos, algunos de estos son: el Ex convento de San Francisco de Nuestra Señora de la Asunción que se encuentra en Tlaxcala y el convento de San Gabriel en Cholula, Puebla.

Las características de los templos creados por manos indígenas, suelen tener sólo una nave y a su costado suelen tener un monasterio. Dentro de estos lugares suelen observarse murales y jardines y fuentes.
Suelen ser de piedra angular, y se usaban como escuela, hospital o albergue.

Uno de estos conventos, el convento de San Gabriel en Cholula, Puebla, además de contar con un templo, cuenta con una capilla real, una abierta y un templo de la tercera orden.


Análisis Formal

Autor: Anónimo
Título de la obra: “El convento de San Gabriel”
Fecha en que se realizó: 1549
Lugar donde se ubica: Cholula, Puebla
Medio: Escultura en Piedra
Formato: Rectangular
Magnitud: Gran Magnitud 

Los elementos de composición Su composición es simple, y usan el color amarillo, un color brillante característico de la arquitectura mexicana. Se podría decir que es simétrica.


  • Conclusión

Podemos concluir que el arte tequitqui es una expresión artística original que surge de la fusión de dos culturas, en su tiempo diferentes, forzadas a habitar en México, dónde la cultura cristiana vino a imponer su pensamiento, mientras que la cultura indígena a aceptar esta cultura, pero con la oportunidad de adaptarla y mostrar su lado icónico y su simbolismo. Gracias a esto, se creó este nuevo y único arte mexicano.


Bibliografía
  •  González, Dora Lucina. Presentación del Arte Novohispano Tequitqui. Presentación en Power Point.
  • "San Pedro Cholula". Visita Cholula. 3 de marzo 2010 .
  •   Aguilar, Manuel. "Tequitqui Art of Sixteenth-Century Mexico". University of Texas at Austin. 3 de marzo 2010 .